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domingo, 8 de junio de 2014

Desafío del Atlántico - Mirador do Ezaro


Este era un Desafío que tenía pendiente desde hace un año. En Mayo de 2005, tuve la suerte de descubrir un reto de los que hacen afición. La gente de las Rías Altas, se marcaron como objetivo empezar un proyecto interesante para dar a conocer sus lugares maravillosos y potenciar unos paisajes para algunos desconocidos. Eligieron el ciclismo y nos animaron a todos a participar en el Desafío del Atlántico

La Vuelta a España ya lo había exalzado un año atrás para los profesionales y millones de espectadores que se quedaron maravillados con las impresionantes imágenes y mejores rampas del lugar.


El mirador do Ezaro quedará para la historia del ciclismo y dentro de muchos años será lugar de peregrinaje para muchos que han visto a Purito y Contador subir a marchas forzadas por sus rampas de desniveles brutales.

Personalmente, es un lugar que me encanta. Cada año intento volver, aunque sea de visita. 
Desde aquel año en que conocí un lugar desconocido cerca de casa, o no tan cerca, gracias a los amigos de Galicia Maxica y CAR Marisqueiro, que me animaron a participar en un trail, que organizaban en el pueblo de al lado y que recorría el Monte Pindo. Las vistas eran impresionantes y no me quedaba otra que subir con el coche hasta la cascada. Allí, me quedé maravillado con las rampas que se veían desde el mar y que parecía un mirador en su alto. Sorprendido, cogí el coche, y para arriba. Flipante. Maravillado. Alucinado, con aquellas rampas y me dije que volvería con la bici para intentarlo.

Cosas que tiene la vida, al año siguiente se hizo una prueba que culminaba con la subida al Mirador do Ezaro. Así que no podía faltar. Fuimos en equipo y, aunque el tiempo fue duro con lluvia en la primera parte del recorrido, al final salió algún rayo de sol, al llegar al Mirador. La pena fue, que una inoportuna caída, hiciese que fuera imposible subir en bici, ya que el cambio no me iba y en piñón pequeño era una temeridad. Esos retos hay que acabarlos y, ni corto ni perezoso, conseguí unas zapas y subí corriendo hasta la meta.
Reto conseguido pero me prometí a mi mismo que volvería a intentarlo.

Este 07 de Junio de 2014, era la fecha elegida. El tiempo era malísimo. Se preveía algo de lluvia y mucho viento para las horas de la prueba. Pero daba igual. Había que volver a intentarlo. 450 locos salíamos a las 10:30 para hacer un recorrido por los alrededores y volver, después de 115kms al mismo punto, para hacer la subida. 
Los primeros kms, fueron cómodos. El viento existía pero en grupo se llevaba bastante bien. 30kms a buen ritmo en pelotón. Llegando a Muxía empezó la primera tromba de agua. Nos vino bien, el avituallamiento que nos tenía preparado la organización en la lonja cubierta de Muxía. 
Había que seguir. Del 36 a 60 se me hicieron durísimos los kms, intentando seguir a Juan y al grupo donde íbamos que, la verdad era muy bueno. Pero las fuerzas empezaban a flaquear y decidí bajar el ritmo. Mala decisión, porque me quedé absolutamente sólo, luchando contra el viento, la tremenda lluvia y los rayos y truenos que nos acompañaban hacia Ezaro.
Una sopita caliente y un gel en el km75 me vinieron de perlas para tratar de llegar hasta los molinos de Carnota. A partir de ahí, bajada pronunciada y en grupeta hasta las faldas el Ezaro.
Ahora venía lo más difícil. Tocaba hacer 2kms brutales a cojones. Así fue. Metí todo el desarrollo que llevaba. 34x28 y para arriba. Las primeras rampas son duras pero las llevaba bien. Al llegar a la rampa del 21% me veía que podía conseguirlo, aunque quedaba lo peor. En ese momento, veo el muro de hormigón del 30%. Juan me había dicho que lo cogiera por fuera y con toda la fuerza que llevara. Así lo hice. Y lo pasé, sorprendentemente mejor de lo que esperaba. Ahora ya no quedaba nada. ¡Y una mierda! 450mts brutales con lluvia a raudales para llegar a una meta descafeinada por el fuertísimo viento. 


Lo conseguí. Reto superado. Para el recuerdo quedará la medalla que me dieron por llegar a la cima en un tiempo bastante discreto de 17min pero es lo que hay. Demostrando la brutalidad de los 1.800mts del Alto.

Y si, no volveré más.

martes, 10 de septiembre de 2013

Viaje a Ezaro y Carrera Popular A Estrada 2013

El sábado era la Feira Franca en Pontevedra. Su decimoquinta edición o algo así. Es un día muy chulo para la gente de la ciudad. Todos se visten de época y se pasea y se come hasta reventar. Pero lo bueno, muchas veces, cansa. Y este año tocaba pasar de ir. Comentándolo con la familia, estábamos todos de acuerdo, así que perfecto. 
Nos levantamos por la mañana y decidimos pegarnos un viaje que teníamos pendiente desde hace tiempo. Viaje a Ezaro y a Fisterra. 
Cogimos el coche y tiramos para A Costa da Morte. Es un viaje muy largo. Unos 200kms. Pero merece la pena ver todo lo que tenemos en Galicia y no valoramos por tenerlo cerca. 
Impresionantes pueblos marítimos en Muros y Noia. 
Increíbles playas que claramente son mejor que el Caribe. Pena de tiempo....
Increibles vistas en la playa de Carnota.
Especialidades gastronómicas en Pinto y un olé en el Mirador de Ezaro. Ya no sólo por las rampas del 30% para subir y bajar, sino por la belleza de la cascada y las vistas de las rías altas.
Y para terminar, nos acercamos a Fisterra. Increible ver a los peregrinos que, ya no sólo van a Santiago de Compostela, ahora llegan hasta el Fin de la tierra para depositar sus zapas. 


Después de un duro viaje, decido no correr en Villagarcia, así que toca madrugar el domingo para acercarme a la otra carrera en la que estaba apuntado. Carrera Popular de A Estrada, incluida dentro de un circuito de 3 carreras y que tenía muy buena pinta.
Llego temprano y tengo tiempo para calentar. Las sensaciones son malas. La rodilla está tocada. Pero hay que subir el umbral del dolor. 3kms de calentamiento y buenos estiramientos.
A la salida. Poca gente. Unos 150 aproximadamente. Me coloco bastante delante y sin molestar.
Salimos, primeros metros por calles y a subir. Me descuelgo del grupo de cabeza. Algo normal por otra parte. Pero lo peor, es que me quedo en tierra de nadie. Bajada pronunciada de algo más de 100mts y terreno con viento en bajada. Me engancho a un grupito de 4 corredores. Pero no puedo seguirlos. El pecho me dice que voy muy rápido y sólo hago el km1 en 3:47. No voy bien. Decido bajar el ritmo, y me vuelvo a quedar sólo. Otra vez subida y otra vez bajada. Se termina el recorrido en subida tendida y llego a meta. Primera vuelta en 12:35, para los 3.300mts del circuito. Vamos a por la segunda. Otra vez subida. Me pasan un par de corredores y ya me engancho a ellos. Vamos juntos hasta la siguiente vuelta. Ya no me molesta la rodilla o por lo menos, no la siento. Siguiente vuelta en 13:20. Voy algo justo pero que coño, queda una vuelta y hay que darlo todo. La última vuelta veo a un corredor del Atletismo A Estrada a lo lejos. Objetivo = Cogerlo. Y así hago. Llego a su altura y decido cambiar el ritmo en la última subida para bajar de 39min. Finalizo en 38:50, pero muy cargado de piernas y con molestias. 
Buen tiempo para un 10kms rompepiernas y mal medido.
No entiendo como los que se encargan de preparar las carreras no se den cuenta de que al crear el recorrido hay que buscar unos metros concretos. A mi me dió 9.650mts por el Polar, pero si pusieran 300mts más, no se equivocarían.



El lunes, algo más recuperado. Tocó sesión de bici. La idea era hacer algo cómodo pero terminé subiendo hasta el Pontillón por Alba con 30kms en 1h17min.
Seguimos con los entrenos y mejorando la carrera

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